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Importancia de las hormigas en los agroecosistemas por INIFAP, México

Pais: México

Fecha: 07 de Septiembre del 2023

Importancia de las hormigas en los agroecosistemas por INIFAP, México

El papel de las hormigas en el ecosistema es determinante para mantener un equilibrio.

Las hormigas son insectos muy comunes y conocidos por todos, ya que se encuentran en contacto directo con nosotros. Son visitantes y habitantes frecuentes en las casas, en los jardines y también en el campo; tanto en zonas agrícolas como en ecosistemas conservados, y pueden encontrarse desde las montañas, hasta las costas. Además, se han adaptado a vivir tanto en el suelo, como en diferentes partes de los árboles. De hecho, una característica que las hace tan diversas y exitosas, es que se desarrollan en una gran variedad de hábitats, y tienen una gran diversidad de hábitos alimenticios. Dentro de su amplia gama de comportamientos para la explotación de los recursos podemos encontrar especies que solo se alimentan de semillas, o aquellas que consumen exclusivamente hongos que ellas mismas cultivan, también están las depredadoras, que se encargan de cazar a sus presas, y las especies omnívoras que consumen cualquier tipo de alimento.

 

Hasta ahora se han descrito cerca de 14,000 especies en todo el mundo, pero se estima que puede haber hasta 30,000 especies. En México se conocen alrededor de 1000 especies, pero aún quedan sitios inexplorados.

 

Éstos insectos pertenecen a la familia Formicidae que se encuentra dentro del orden Hymenoptera, en donde están también las abejas y las avispas. Una de sus características principales es que todas las especies son eusociales; es decir, que viven en sociedades de pocos o miles de individuos en donde existe la repartición de labores. En las colonias u hormigueros se encuentran tres tipos de individuos también llamados castas, que tienen diferentes funciones. La reina, que en una colonia puede ser una o varias, se encarga exclusivamente de poner huevos para dar origen a nuevos individuos. En la segunda casta se encuentran las obreras, conformadas por hembras estériles quienes se encargan de la mayoría de las labores de la colonia, como por ejemplo, la búsqueda de alimento, construcción, el cuidado de las larvas, la limpieza y el mantenimiento de la colonia. Incluso, la morfología de las obreras puede llegar a variar en algunas especies de acuerdo a las funciones que desempeñan, como en el caso de los soldados, que son hormigas obreras más grandes y robustas, que están especializadas en la defensa de la colonia. La tercera casta es la de los machos, quienes actúan exclusivamente como reproductores, y por lo general su vida es corta.

 

La colonización de nuevos sitios y de nuevos hormigueros inicia cuando las hormigas reproductoras (hembras y machos con alas) realizan el vuelo nupcial, en donde las futuras reinas y los machos, se reproducen con individuos de otras colonias. Una vez que la nueva reina es fecundada, pierde sus alas y busca un sitio adecuado para iniciar una colonia.

 

Debido a su diversidad, biomasa y a las actividades que desempeñan en los distintos ambientes en los que habitan, se les considera organismos de gran importancia ecológica. Las hormigas contribuyen en la aeración del suelo y a la incorporación de nutrientes al mismo, en la dispersión de semillas, en la descomposición de la materia orgánica, e incluso en la polinización de algunas plantas. Todas estas actividades son de gran relevancia para la agricultura, pues influye en la fertilidad de los suelos y en la reproducción de las plantas.

 

Así como las hormigas juegan un papel ecológico importante en los ecosistemas, la modificación de los mismos por parte del humano, tiene un efecto en el comportamiento de algunas especies. Estas alteraciones pueden provocar que aumente el número de individuos de una especie de hormiga en particular, llegando a dominar en el paisaje, ya sea debido a la baja competencia, la ausencia de depredadores o a la mayor cantidad de recursos disponibles. También sucede que éstos ambientes pueden ser colonizados por especies exóticas con comportamientos más agresivos y en algunos casos, destructivos. Esto es más frecuente en especies con hábitos generalistas, lo que les permite aprovechar la mayor cantidad de los recursos a su disposición. Así, algunas especies de hormigas pueden ser perjudiciales para las personas, e incluso considerarse plagas, puesto que ocasionan grandes daños a los cultivos.

 

El grupo de hormigas que se consideran las plagas directas más importantes en los cultivos, son las cortadoras o arrieras. Éstas especies pertenecen a los géneros Atta y Acromyrmex, y únicamente se alimentan de hongos de los géneros Leucoagaricus y Leucocoprinus. A su vez, éstos hongos sólo prosperan al ser cultivados y propagados por las hormigas, quienes cortan hojas de una amplia variedad de plantas, para usarlas como alimento (sustrato) para el hongo. Dicha relación les permite a las hormigas cultivadoras obtener los nutrientes necesarios para el desarrollo de sus crías. Éstas hormigas pueden destruir plantas en pocos días, afectando el rendimiento y producción de los cultivos, por lo que en el continente americano se les considera la quinta plaga de mayor impacto económico. Sin embargo, es importante recalcar que como sus nidos son subterráneos, éstas hormigas fertilizan los suelos, liberando nutrientes que las plantas pueden aprovechar.

 

Existe otro grupo de hormigas que llegan a afectar de manera indirecta a los cultivos. Éstas se caracterizan por “ordeñar” homópteros (insectos como escamas, áfidos, moscas blancas, etc.), con el propósito de obtener sustancias azucaradas como fuente de energía para sus colonias. A cambio, las hormigas les brindan protección de sus depredadores y parasitoides. Sin embargo, los homópteros, además de dañar los tejidos de las plantas para obtener su alimento, pueden llegar a introducir toxinas y virus, provocando enfermedades y con ello, el deterioro de las plantas.

 

 Este tipo de asociaciones de homópteros con hormigas se ha documentado para las subfamilias Myrmicinae, Formicinae, Dolichoderinae y Pseudomyrmecinae. Diversos estudios han comprobado que gracias a los cuidados que las hormigas brindan, las poblaciones de homópteros aumentan, afectando drásticamente a los cultivos y diseminando enfermedades a otras plantas. Algunas asociaciones que se han documentado, es en plantaciones de cacao, cítricos, ornamentales, palmas, caña y guayaba, son entre varios géneros de áfidos o pulgones como Tetraneura, Aphis, Pentalonia, Cerataphis, Macrosiphum, Greenidea, Myzus, y hormigas de los géneros Linepithema, Dorymyrmex, Nylanderia y Pheidole.

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