Pais: México

Fecha: 16 de Agosto del 2023

Producción de huevo con gallinas en pastoreo por INIFAP, México

Se trasmite a través de la picadura de mosquitos.

La enfermedad de la lengua azul es un padecimiento viral, no contagioso que tiene un impacto considerable en pérdidas económicas a los productores y afecta a los rumiantes domésticos y salvajes, principalmente a ovinos que alcanza una morbilidad del 100% y la mortalidad puede alcanzar entre un 70 y 90 % del hato ganadero. Así lo externan los investigadores del Centro Nacional de Investigación Disciplinaria (CENID) Salud Animal, del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP).

Informan que este padecimiento es una enfermedad exótica de declaración obligatoria ante la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y es transmitida por mosquitos del género Culicoides, también conocidos como jejenes, su distribución con frecuencia está limitada geográficamente y puede ocurrir durante todo el año, particularmente durante los periodos de lluvia.  La transmisión ocurre, principalmente mediante la picadura del insecto vector hematófago y excreción a través de su saliva al momento de succionar la sangre del animal susceptible. Sin el vector, la enfermedad no puede transmitirse. El agente etiológico es un virus, que pertenece al género Orbivirus de la familia Reoviridae. Se han identificado veintiocho serotipos distintos a nivel mundial, los signos clínicos varían dependiendo la capacidad de cada cepa para provocar la enfermedad.

En este contexto los investigadores señalan que, para controlar la enfermedad, es importante limitar la propagación de los mosquitos, por lo que subrayan que deben seguirse las siguientes medidas de bioseguridad: eliminación de agua estancada, aplicación de insecticidas y larvicidas apropiados (piretroides sintéticos u organofosforados) son efectivos contra los Culicoides.

Los investigadores mencionan que los diagnósticos de la enfermedad azul se basan en los signos clínicos característicos y en la prevalencia de los insectos vectores. Para confirmar el diagnóstico se requieren pruebas de laboratorio, tales como la inmunodifusión en gel agar (AGID), ELISA competitiva, neutralización del virus y PCR. Estas técnicas permiten diagnosticar el serogrupo y el serotipo. Las muestras de elección son la sangre y el suero sanguíneo y deben enviarse al laboratorio de diagnóstico lo antes posible en refrigeración.

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