Pais: México

Fecha: 14 de Julio del 2023

La elaboración de heno de alfalfa en Sonora por INIFAP, México

En Sonora, la alfalfa es un cultivo forrajero importante que se adapta a un amplio rango de condiciones climáticas y de suelo. La alfalfa se usa en pastoreo directo, verde picado, ensilado y henificado, siendo este último, el más ampliamente usado por los productores. Para henificar, la alfalfa se corta al presentar 10 % de floración, se orea y se empaca con maquinaria especializada.

El M.C. Miguel Ángel Zapata Moreno, investigador del Campo Experimental Costa de Hermosillo perteneciente al Centro de Investigación Regional del Noreste (CIRNE) del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), señaló que esta leguminosa también mejora la aireación, drenaje, contenido de materia orgánica y nitrógeno en el suelo. Es una planta perenne, no obstante, debido a condiciones climáticas adversas, presencia de maleza y manejo inadecuado, su ciclo de producción fluctúa de 2 a 4 años, con rendimientos aceptables en la mayoría de las áreas agrícolas de Sonora.

Destacó el investigador que, dentro del proceso para elaborar heno de alfalfa, la lluvia es uno los factores de importancia que se deben de considerar, ya que afecta tanto la producción como el manejo del empaque. Si hay pronóstico de lluvia lo mejor es retrasar cierto tiempo el corte, pero existe el problema de la maduración, en este caso se pudiera empacar con 21 a 35 % de humedad, pero se incrementa la posibilidad de que microorganismos aeróbicos, principalmente hongos, tales como Aspergillus y Fusarium, proliferen en pacas húmedas y generen calentamiento debido a su respiración, esto incrementa las pérdidas de forraje y disminuye su calidad.

Al referirse al secado del forraje, el investigador señaló que es importante que, al momento del corte, el cultivo tiene de 75 a 85 % de humedad, y para producir una tonelada de heno se necesita quitar alrededor de cuatro toneladas de agua. Para lo cual, se requiere de tres a cinco días para secar el forraje, hasta contener sólo 20 por ciento de humedad. Dijo que entre más rápido se seque el forraje, menos pérdida de materia seca se tiene por efecto de respiración, se mantiene la pigmentación verde y se reduce la posibilidad de daño por lluvia.  El secado del forraje depende de factores ambientales generalmente no controlables como la intensidad de la radiación solar, temperatura del aire y humedad del suelo. En cuanto al corte y acondicionamiento del forraje, se debe de cortar alrededor de cinco centímetros arriba de la superficie del suelo, esto con la finalidad de obtener una buena y pronta recuperación de la planta para los cortes subsecuentes.

Se recomienda que el corte se realice cuando la planta presenta un 10 por ciento de floración. La acondicionadora reduce el tiempo de secado en aproximadamente un día porque rompe la cutícula de los tallos lo cual facilita y acelera la pérdida de humedad; al mismo tiempo airean el forraje y reducen el tiempo de henificación y empaque. Al referirse a la formación de chorizos, el investigador destacó que esta práctica debe de realizarse, cuando la alfalfa cortada alcance de 35 a 40 por ciento de humedad, con lo cual, las pérdidas de forraje son de aproximadamente del cuatro por ciento.

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