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En la Amazonía, tecnologías amplían cultivo de guaraná, caucho y palma aceitera por Embrapa, Brasil

Pais: Brasil

Fecha: 01 de Junio del 2023

En la Amazonía, tecnologías amplían cultivo de guaraná, caucho y palma aceitera por Embrapa, Brasil

 

 

La bioeconomía se destaca como un nuevo campo de investigación agrícola en el bioma.  El descubrimiento de microorganismos acelera la perspectiva de uso en la producción de nuevos bioinsumos.

 

 

Guaraná, caucho, palma aceitera, piscicultura, fruticultura y cultivos alimentarios son algunos de los temas trabajados por Embrapa en la Amazonía y para los cuales se han generado soluciones tecnológicas para la agricultura de la región amazónica y de otras regiones de Brasil.

 

Guaraná mueve económicamente toda una región, generando ingresos para las comunidades.  El gran salto en el cultivo de guaraná ocurrió recientemente con el avance de investigaciones realizadas por Embrapa en el bioma amazónico: el lanzamiento del cultivar para siembra por semilla, en 2021: BRS-Noçoquem, que representa un menor costo en la producción de plántulas y se vuelve más accesible a los productores, permitiendo la estabilización de las características genéticas de la planta.

 

En 2018, el guaraná de Maués recibió el sello de Indicación Geográfica, agregando más valor al producto.   Embrapa Amazonía Occidental, que mantiene un campo experimental para el desarrollo de investigaciones con guaraná en el municipio, fue una de las instituciones que contribuyó a ese proceso, junto con el Sebrae y el gobierno municipal.

 

Investigaciones recientes sobre la presencia de sustancias responsables de los efectos energéticos y antioxidantes en genotipos de plantas de guaraná revelan que este conocimiento permitirá, en el futuro, lanzar cultivares de guaraná capaces de producir frutos con niveles más bajos o más altos de sustancias funcionales, según el interés. ampliar el uso potencial del guaraná en industrias como la cosmética y la farmacéutica.

 

La bioeconomía en la Amazonía es otra inversión científica que generará resultados en un futuro próximo.  En esta labor del centro de investigación se destaca la perspectiva de microorganismos con potencial biotecnológico y la interacción multidisciplinaria con áreas de microbiología, química y genómica.  Recientemente se han identificado microorganismos amazónicos con potencial para el desarrollo de bioinsumos, para el control de patógenos de interés agrícola, para promover el crecimiento vegetal, además de otras aplicaciones en actividades industriales e incluso para uso en medicina.

 

Los microorganismos, que se encuentran en las plantas o en los sedimentos de los ríos, revelan un inmenso potencial que requiere una mayor inversión en ciencia y tecnología y la expansión de las asociaciones, para la aplicación de estos resultados en la realización de las soluciones prometedoras que se prevén.

 

 

 

Una historia que comenzó en 1974

 

A lo largo de casi 50 años, la ciencia agronómica generada por Embrapa en la Amazonía ayudó a enfrentar enfermedades en varios cultivos agrícolas, permitió aumentar la producción por área, evitando la deforestación, y diversas tecnologías posibilitan la generación de ingresos en las zonas rurales, entre otros beneficios sociales y económicos. beneficios y ambientales.  Entre los primeros desafíos estuvo producir conocimiento para posibilitar el cultivo de especies amazónicas, como el guaraná y el caucho, que tenían una demanda agroindustrial y enfrentaban problemas principalmente relacionados con enfermedades.  Otro desafío fue mejorar la productividad de cultivos importantes para la seguridad alimentaria de la región, como la yuca y el caupí, entre otros.

 

 

Un año después de haber sido creada a nivel nacional, Embrapa se estableció en el estado de Amazonas, a partir de 1974. .  Al mismo tiempo, fue creado el Centro Nacional de Investigación de Seringueira, enfocado en esta especie originaria de la región, fundamental para el suministro de látex como materia prima para diversos productos, principalmente para la industria de neumáticos.  Con base en el trabajo del Centro Seringueira, se establecieron estudios agronómicos que luego sirvieron de base para la expansión del cultivo del caucho en Brasil.

 

En 1980, el centro recibió nuevas atribuciones y pasó a actuar como Centro Nacional de Investigación en Seringueira y Palma de Aceite.  Se realizaron estudios para el cultivo de palma aceitera y se establecieron condiciones para la producción nacional de semillas de palma aceitera con alto desempeño productivo, además de estudios en las áreas de nutrición mineral, sanidad vegetal y prácticas de cultivo, tanto en Amazonas como en Pará.

 

En 1989, una nueva reformulación institucional fusionó las unidades anteriores y se creó el Centro de Investigación Agroforestal de la Amazonía Occidental.  Entonces, el trabajo del centro de investigación se diversificó con árboles de caucho, palma aceitera, cultivos alimentarios como yuca, maíz y caupí, árboles frutales nativos como el cupuaçu, sistemas agroforestales, manejo forestal maderable y no maderable, silvicultura, cultivo de cítricos, cultivo de banano , horticultura, piscicultura, alternativas para hacer más sustentable la ganadería y recuperación de áreas degradadas para incorporarlas a los procesos productivos más resultados para la sociedad”, dice el director general de Embrapa Amazonía Occidental, Everton Rabelo Cordeiro, quien ingresó a esta unidad en 2010, y se hizo cargo de la investigación con árboles de caucho.

 

Se mantuvieron temas que vienen de la creación de Embrapa y se incorporaron nuevas demandas.   El árbol del caucho por ejemplo.   “Podemos decir que todo el fundamento de la base productiva del caucho hoy en Brasil viene de lo que se desarrolló con investigaciones aquí en la Amazonía”, destaca Cordeiro.   Y uno de los grandes desafíos, que comenzó a trabajarse en la década de 1970 y continuó en las décadas siguientes, fue enfrentar la Enfermedad de la Hoja de Caucho, una enfermedad fúngica considerada como uno de los principales problemas que enfrentan los cultivos de árboles de caucho en climas cálidos y húmedos. regiones húmedas de América do Sul e históricamente uno de los principales obstáculos para el cultivo del caucho en la Amazonía.   Tomó aproximadamente cuarenta años de estudios, pero se llegó a una solución  .   La tecnología puesta a disposición por Embrapa para ese problema se llama Seringueira Tricomposta, que consiste en una combinación  de clones injertados  , lo que posibilita la obtención de árboles productivos y resistentes.   Esto es posible gracias al conocimiento generado sobre la diversidad genética de los árboles de caucho en la Amazonía, ya que se realizaron cruces entre árboles de caucho de diferentes especies que se dan en la región.

 

El largo tiempo está relacionado con el desarrollo del árbol del caucho, que entra en la  fase de producción de látex después de 6 a 7 años, y las diversas etapas de investigación que  incluyeron pruebas  con cruces entre especies, realización de siembras para evaluación hasta la selección de plantas compatibles y con un mejor rendimiento.

 

Precisamente para aliviar la espera del tiempo de producción del látex, una alternativa que se ha trabajado  más recientemente son los experimentos en el cultivo del caucho en consorcio con  especies perennes (cacao, guaraná, tucumã, banano y gliricidia) y de ciclo corto (maíz verde y caupí), trabajo actualmente coordinado por Cordeiro.

 

En cuanto al cultivo de palma aceitera, Embrapa Amazonía Occidental continuó esta línea de investigación y contribuyó para la producción de palma aceitera adaptada a las condiciones de cultivo en Brasil.  Entre las tecnologías lanzadas, cultivares de palma aceitera tipo Tenera recomendados para siembra en regiones tropicales húmedas, y el primer híbrido interespecífico producido comercialmente en Brasil, BRS Manicoré, recomendado para áreas con incidencia de amarillamiento fatal (AF), además del sistema de manejo en consorcio de palma aceitera con cultivos alimentarios para la generación de ingresos en la fase preproductiva de la palma aceitera.

 

También en otros temas comenzó a generar resultados de referencia nacional o regional.  Por ejemplo, en piscicultura, el centro de investigación aportó tecnologías para la creación de tambaqui, la principal especie nativa cultivada en el país.  A nivel regional logró una reducción del ciclo productivo de este pez y mayores índices de productividad con un sistema intensivo que triplicó la producción por hectárea.

 

Continúan los estudios sobre nutrición, salud, reproducción, con el objetivo de contribuir a una mayor sostenibilidad de la piscicultura en la región amazónica.  En cuanto a la producción vegetal, la investigación contribuyó al diagnóstico y prevención de enfermedades del banano y alternativas para viabilizar la producción, además de evaluar y disponer de materiales de alta productividad para el cultivo de maíz, yuca, caupí, plátano, entre otros resultados.  Actualmente, el trabajo de investigación de Embrapa en la Amazonía se agrupa en temas prioritarios que incluyen fruticultura, horticultura, cultivos agroindustriales, piscicultura, uso y conservación de la biodiversidad y sistemas productivos integrados.

 

 

 

Del aumento de la productividad a las características funcionales del árbol de guaraná

 

Embrapa Amazonía Occidental es pionera en el desarrollo de tecnologías para el cultivo de guaraná.   El agrónomo Firmino do Nascimento Filho, que actúa en la empresa hace 39 años, dice que los primeros trabajos con la planta fueron relacionados con fitotecnia, espaciamiento y fertilización, pero el mayor desafío fue enfrentar la enfermedad de la Antracnosis, causada por el hongo Colletotrichum guaranicola,  lo que  estaba reduciendo la producción de guaranazais en la tierra de origen de esta planta, en Maués (AM).

 

En la década de 1970, este problema hizo inviable el cultivo y desanimó a los agricultores.  Investigadores y técnicos identificaron plantas con potencial de resistencia, desarrollaron un método de propagación vegetativa y otros protocolos, además de varios estudios agronómicos con el guaraná.  “El principal objetivo era garantizar la productividad y la resistencia, y lo logramos”, dice Firmino Filho.  Como resultado del programa de mejoramiento genético del árbol de guaraná, se liberaron nuevos cultivares que permiten alta productividad y aportan resistencia genética a las principales enfermedades.

 

Entre 1999 y 2013 se liberaron 18 cultivares clonales, basados ??en reproducción por esquejes y más recientemente BRS Noçoquem.  Los conocimientos agronómicos que rodean el cultivo del guaraná, como la producción de plántulas, las pautas de manejo y los tratamientos culturales, además de las buenas prácticas de cosecha y poscosecha, orientan el cultivo de esta planta en Amazonas y en otros estados.

 

El coordinador del programa de mejoramiento genético de guaraná, el agrónomo André Atroch, destaca la importancia estratégica de invertir en estudios sobre esta planta, que tiene un gran potencial de uso en la salud humana, debido a sus compuestos bioactivos.  Así, en los últimos años, Embrapa pasó a realizar estudios sobre diversidad genética con miras también a las propiedades funcionales.  Atroch ha coordinado una investigación sobre la presencia de sustancias responsables de efectos energéticos y antioxidantes en genotipos de plantas de guaraná y revela que este conocimiento permitirá, en el futuro, lanzar cultivares de guaraná capaces de producir frutos con niveles más bajos o más altos de sustancias funcionales, según de interés, ampliando el uso potencial del guaraná en industrias como la cosmética y la farmacéutica.

 

 

 

Microorganismos con potencial biotecnológico

 

Actualmente, nuevos horizontes para Embrapa Amazonia Occidental se abren con la biotecnología y la prospección de microorganismos y bioactivos naturales presentes en el ambiente amazónico.  Uno de los destaques ha sido la línea de investigación, coordinada por el biólogo Gilvan Ferreira da Silva, relacionada con la prospección de microorganismos con potencial biotecnológico y la interacción multidisciplinaria con áreas de microbiología, química y genómica.

 

En este trabajo se identificaron microorganismos amazónicos con potencial para el desarrollo de bioinsumos, para el control de patógenos de interés agrícola, para promover el crecimiento vegetal, además de otras aplicaciones en actividades industriales e incluso para uso en medicina.  Los microorganismos, que se encuentran en las plantas o en los sedimentos de los ríos, revelan un inmenso potencial que requiere una mayor inversión en ciencia y tecnología y la expansión de las asociaciones, para la aplicación de estos resultados en la realización de las soluciones prometedoras que se prevén.  “Nos enfrentamos a una infinidad de información nueva y entonces tenemos que recurrir a alianzas en nuevas áreas de conocimiento y nuevos socios tecnológicos para llegar a productos finales que puedan ser utilizados por la sociedad”, observa Cordeiro.

Traducido del portugués.

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