Pais: México

Fecha: 22 de Febrero del 2023

Vitrina tecnológica de híbridos de maíz para riego por INIFAP, México

Las áreas agrícolas de Durango se encuentran entre los mil 800 y 2 mil msnm, por lo que históricamente se les ha considerado una zona de transición entre la región de Bajío y de los Valles Altos. Los maíces que más se adaptan son de la serie 300 para la región de Bajío [código numérico que el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) adoptó para identificar sus híbridos y variedades de maíz de riego para las diferentes regiones del país].

En los ciclos agrícolas Primavera-Verano 2021 (Valle de Poanas y Valle del Guadiana) y Primavera Verano 2022 (Valle del Guadiana) se establecieron tres vitrinas tecnológicas con ocho híbridos recomendados para el sistema de producción de maíz de riego en Durango, cinco de ellos generados por los programas de mejoramiento del INIFAP (H-386 A, H-384 A, H-383, H-318 y H-377) y tres de compañías privadas (Novasem NB-777, Brevant B-3706 y Asgrow A-7573). 

En el estado de Durango, al igual que el resto del país, los híbridos de maíz que más se utilizan en riego son los de ciclo intermedio. Los híbridos H-386 A y H-384 A son de grano color amarillo y los restantes seis de grano blanco. Las características vegetativas de los híbridos evaluados, los hacen aptos para la producción de grano y forraje (doble propósito). En Durango el maíz se cultiva con dos propósitos, para la producción de grano y forraje verde (silo).

Los maíces evaluados se recomiendan para las áreas de riego de los Valles de Poanas y Guadiana, y para las áreas de riego de los municipios de Panuco de Coronado, Guadalupe Victoria, Cuencamé, Canatlan, Nuevo Ideal, Vicente Guerrero, Suchil y para el norte del estado (Inde, Rodeo, Villa Hidalgo y Villa Ocampo).

Los híbridos de maíz del INIFAP compiten con los de compañías privadas en cuanto a producción de grano y forraje, y además poseen buena calidad tortillera (en producción tradicional y harina industrializada), con la ventaja del menor costo de la semilla (40 por ciento menor), lo que incrementa los márgenes de utilidad de los productores.

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