Pais: México

Fecha: 03 de Marzo del 2022

Es urgente hallar la forma de vivir dentro de los límites del planeta y no comprometer a la vida silvestre por SIAP, México

El planeta es nuestro hogar común, todos vivimos y nos beneficiamos de él. Juntos formamos parte de la red de vida, que asegura que los ecosistemas del planeta puedan prosperar.

A pesar de ello, en los últimos cincuenta años se ha acelerado el deterioro de la naturaleza y la vida silvestre. La explosión del comercio global y del consumo, el crecimiento de la población junto a una poderosa expansión urbanística, los cambios en el uso del suelo -fomentado por el modelo económico actual- así como el cambio climático, son algunos de los factores que están amenazando seriamente la biodiversidad y con ello la supervivencia como especie humana.

Para nadie es un secreto que la naturaleza es esencial para la existencia humana y la buena calidad de vida, en especial para las poblaciones de menores recursos. Ya que desempeña un papel fundamental en el suministro de alimentos y piensos, energía, medicamentos, recursos genéticos y en una variedad de materiales fundamentales para el bienestar físico de las personas, así como para mantener su cultura.

Ejemplo de ello, es que alrededor de 2 mil millones de personas están supeditadas al uso de la madera como combustible, para satisfacer sus necesidades de energía primaria. Alrededor de 4 mil millones de personas dependen principalmente de los medicamentos naturales para su atención médica y cerca del 70 por ciento de los medicamentos utilizados para el cáncer son naturales o están inspirados en la naturaleza.

De igual forma, la naturaleza y la vida silvestre, a través de sus procesos ecológicos y evolutivos, mantienen la calidad del aire, el agua dulce y los suelos; además de proporcionar procesos como la polinización del que dependen los cultivos alimentarios mundiales, incluidas las frutas y verduras, y algunos de los cultivos de elevado valor comercial como el café, el cacao y las almendras, por señalar algunos.

Y por si esto fuera poco, basta recordar que los ecosistemas marinos y terrestres son los únicos sumideros de las emisiones de carbono generadas por el hombre con un secuestro total de 5.6 gigatones de carbono.

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