Pais: Latinoamérica

Fecha: 05 de Marzo del 2020

Manual de buenas prácticas para una ganadería bovina sostenible en Guatemala Socio quien comparte: TNC, Latinoamérica

La ganadería bovina es una actividad tradicional en Guatemala de gran importancia económica que se encuentra vinculada a las familias rurales y a las cadenas productivas – comerciales de leche y carne de bovinos en este país. Desde una perspectiva social, la ganadería bovina a pequeña escala representa el medio de vida de muchas familias rurales, ya que contribuye a la seguridad alimentaria y nutricional a través del aporte de proteína de alta calidad, así como a la generación de ingresos que permiten cubrir el presupuesto familiar [1]. En los últimos años, la actividad bovina en el país ha experimentado cambios en su concentración, distribución espacial y sistemas de producción. Actualmente, en los departamentos de Petén, Izabal y Alta Verapaz, predominan los sistemas productivos de crianza y carne. Además, la ampliación del área con cultivos de caña de azúcar, ha provocado una presión sobre el área con bosque natural y vegetación arbustiva baja, dando paso al mismo tiempo, a la expansión de la frontera agrícola. La aparición de estas nuevas áreas de pasturas supera al cultivo de granos básicos bajo el sistema de tumba y quema, el cual incrementa las tasas de deforestación en el país y de emisiones de dióxido de carbono (CO2), y también causa una serie de daños medioambientales [1]. Por lo anterior, se presenta la necesidad de cambiar, de forma progresiva, los sistemas ganaderos tradicionales en el país que se caracterizan por su baja productividad, competitividad y la poca capacidad de resiliencia ante el cambio climático; a sistemas ganaderos que, a través de Buenas Prácticas Ganaderas (BPG) influyan directamente en incrementar la productividad y competitividad, al mismo tiempo que disminuyan el impacto negativo que se le atribuye a esta actividad sobre el medio ambiente, la biodiversidad y los recursos naturales. Estas BPG han demostrado a través de análisis, una adecuada relación beneficio/costo para el productor ganadero, produciendo así, una mayor viabilidad económica y financiera para ser incorporadas en las fincas. Desde el punto de vista ambiental, las BPG presentan un impacto positivo en la sostenibilidad de la ganadería en el país, contribuyendo en la resiliencia de la ganadería a los efectos del cambio climático o, a la mitigación de GEI y/o la reducción de la intensidad de la emisión de GEI por unidad de producto animal [1]. Por lo anterior, The Nature Conservancy, con el apoyo del Proyecto Resiliencia en Centroamérica (ResCA) y el aporte financiero del Departamento de Estado de los Estados Unidos de Norteamérica, ha elaborado el "Manual de buenas prácticas para una ganadería bovina sostenible en Guatemala" con el objetivo de que sea un instrumento de apoyo para la gestión del conocimiento, a través de la transferencia de tecnología y capacitación de los productores, hombres y mujeres dedicados a la ganadería bovina, para transformar los sistemas ganaderos tradicionales extensivos a sistemas ganaderos sostenibles y amigables con el ambiente, mejorando al mismo tiempo los ingresos y la calidad de las unidades productivas o fincas y las familias. [1] Departamento de Estado de los Estados Unidos, Programa Centroamérica Resiliente (ResCA), The Nature Conservancy. 2019. Vargas, Hugo. Manual de buenas prácticas para una ganadería bovina sostenible en Guatemala. Guatemala. vii+80 pp. Ver nota