Red Innovagro
CARGANDO...

Noticias


Econet Marino: Utadeo, Colombia uno de los actores que trabaja por la pesca sostenible en el Magdalena

Pais: Colombia

Fecha: 26 de Marzo del 2019

Econet Marino: Utadeo, Colombia uno de los actores que trabaja por la pesca sostenible en el Magdalena

El estudio desarrollado por Utadeo Santa Marta, en conjunto con instituciones estatales y asociaciones de pescadores, entre el 2009 al 2011, buscaba implementar soluciones productivas para estas comunidades, al tiempo que se garantizaba la sostenibilidad de 25 especies de peces de interés comercial, a partir de la determinación de su talla media de madurez. Por siglos, la pesca artesanal ha sido un conocimiento ancestral que se transmite de generación en generación en las comunidades de pescadores del Magdalena. Estos saberes no solo cuentan con fuertes raíces culturales, sino que además se constituye en la base de la economía y la subsistencia de miles de personas que habitan la región costera de ese departamento. Sin embargo, hay un fuerte desconocimiento del valor social de esta actividad, razón por la que su trabajo es poco remunerado (entre 0,3 a 0,7 SMLDV, en promedio) y tienen acceso limitado a beneficios gubernamentales y planes de mejoramiento e impulso empresarial. El trabajo de consultoría fue realizado en conjunto por Utadeo Santa Marta, la fundación de educación ambiental Silankangama, la Fundación Museo del Mar a través del Acuario Mundo Marino, la Alianza Coopestaganga (Cooperativa Integral de Pescadores de Taganga Coopestaganga, Asopargo, la Corporación de Pescadores Chinchorreros de Taganga y la Asociación de Pescadores Piscicultores) y el Incoder (hoy Autoridad Nacional de Apicultura y Pesca), bajo la financiación del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, buscaba precisamente generar estructuras productivas en las comunidades de pescadores, al tiempo que estos eran conscientes de su realidad económica, pero por el otro lado, a través de un riguroso estudio científico, dar cuenta de los recursos ícticos (peces) de valor comercial, que estaban siendo explotados o sufrían algún tipo de sobreexplotación en la región. Según cifras de la FAO, principal órgano regulador de las pesquerías a nivel mundial, se estima que, de las poblaciones de peces marinos alrededor del mundo, el 25% se encuentran moderadamente explotadas, 47% plenamente explotadas y 18% están sobreexplotadas. La consultoría, que se desarrolló entre el 2009 al 2011 bajo el liderazgo de la profesora Marcela Grijalba Bendeck, con el acompañamiento de la bióloga marina tadeísta Diana Bustos Montes, concluyó que la situación era crítica, debido a la sobreexplotación de la que eran objeto algunas de las 25 especies de interés comercial analizadas, razón por la cual el volumen de especies capturadas por faena, en algunas zonas, había disminuido, y en ese sentido, también se ponía en juego la supervivencia del ecosistema. Una de las causas de este fenómeno, como lo explica Bustos, se encuentra en las faenas de pesca, pues allí muchos peces juveniles son capturados. De igual manera, algunas artes de pesca, entre ellas las redes de enmalle, en ocasiones son poco selectivas, mientras que otras, que afortunadamente han caído en desuso, como la implementación de la dinamita, son destructivas y contaminantes. Así, a partir de los resultados obtenidos en quince sitios de desembarco a lo largo del margen costero del Magdalena, se buscaba determinar la talla media de madurez de las especies analizadas, con el fin de fijar referencias para los pescadores que les permitieran establecer el momento ideal para que los peces sean capturados y la población de estos sea sostenible. Lo ideal, como lo afirma Bustos, es que la pesca esté dirigida a individuos que estén por encima de la talla de madurez, pues este es el indicador biológico de que han alcanzado la adultez y se han reproducido por lo menos una vez en su vida. Esta información se obtuvo a partir del análisis de muestras a las gónadas de estos animales. Se encontró que, en la región, por lo menos doce especies de peces de importancia comercial y ecológica se capturan por debajo de su talla madurez, tal como sucede con la cojinúa (Caranx crysos), el jurel (Caranx hippos), el bonito (Euthynnus alletteratus) y el róbalo (Centropomus undecimalis), entre otras. Entre las artes que mayor impacto generan sobre los recursos se encontraron los chinchorros y las redes de enmalle. En todo caso, la comunidad de pescadores ratificó la importancia de las áreas marinas protegidas del departamento, además de recomendar la protección de otros sitios como la desembocadura de los ríos Mendihuaca, Guachaca, Buritaca y Palomino. Dichos resultados fueron socializados a las quince comunidades de pescadores, quienes a manera de co-participes del estudio, desde sus relatos, también establecieron las especies de peces que percibían con riesgo de vulnerabilidad, al tiempo que valoraban el impacto de la contaminación y otros actores con influencia en las áreas de pesca, entre ellos el turismo, la hotelería y las actividades portuarias y mineras. Así mismo, se emitieron sugerencias al Incoder y al Ministerio de Agricultura en torno al establecimiento de tallas mínimas de captura. "Los pescadores son muy conscientes de que muchas de sus artes causan daño al ecosistema, incluso entre ellos hay un veto para aquellos que utilizan artes que no son amigables con el medio ambiente, y es por eso que algunos hacen modificaciones en sus artes para pescar mejor. A través de charlas y talleres, les mostramos que capturar peces con talla media no solo es un beneficio ambiental sino también económico, pues genera mayor rentabilidad en la faena si se pescan peces grandes, que son apreciados en el mercado", agrega Bustos. Seguir leyendo


Nuestros miembros

Argentina

Brasil

Chile

Colombia

Costa Rica

El Salvador

España

Estados Unidos

Holanda

Honduras

Israel

México

Nicaragua

Perú

Republica

Dominicana

Regional